Actualizado el miércoles, 13 diciembre, 2023
Las empresas de nueva creación, especialmente aquellas que nacen con una base tecnológica, suelen tener dos objetivos principales durante sus primeras etapas de crecimiento: conseguir financiación, ya sea a través de sus propios clientes o de fuentes externas, y desarrollar su producto incorporando nuevas tecnologías y funcionalidades. Uno de los incentivos que implica directamente a este último aspecto son las deducciones fiscales por la realización de actividades de I+D+i.
Deducciones fiscales por I+D+i en España
En España, las deducciones fiscales por I+D+i son un incentivo fiscal ex post, de manera que la empresa no puede beneficiarse hasta, como mínimo, 7 meses y 25 días después de finalizar su ejercicio fiscal. Además, la manera más habitual, aunque no la única, de aplicar este incentivo es a través de la reducción del importe del impuesto de sociedades que la empresa debe abonar a Hacienda tras presentar el correspondiente IS (Impuesto de Sociedades). Para ello, la empresa debe presentar beneficios, un escenario nada habitual en las primeras etapas de crecimiento de las Start-Up.
Así pues, para una Start-Up de base tecnológica que dedica muchos esfuerzos y recursos a desarrollar su producto, las deducciones fiscales por la realización de actividades de I+D+i no parecen demasiado atractivas. Sin embargo, sí que se pueden plantear estrategias que a medio y largo plazo resulten beneficiosas. La primera de ellas consiste en monetizar las deducciones fiscales. Esta estrategia será conveniente si la base de deducción es lo suficientemente amplia como para que el retorno resulte atractivo tras restar el 20% de peaje que aplica Hacienda y los honorarios derivados de la obtención del informe motivado para cada uno de los proyectos. Estos honorarios suelen constar del coste de la agencia de certificación acreditada por ENAC y de la empresa de consultoría que nos ayudará a realizar y gestionar todo el trámite.
El plazo para poder obtener rédito de estas deducciones aumentará en un mínimo de 12 meses tras presentar el Impuesto de Sociedades del ejercicio fiscal correspondiente.
Estrategias para startups
Otra de las estrategias recomendadas, consiste en ir acumulando crédito fiscal a partir de las deducciones que se van generando en cada ejercicio. Pese a que durante los años en los que la empresa presente números rojos no obtengamos un beneficio de manera inmediata, en el momento en que nuestra compañía empiece a entrar en beneficios y, por lo tanto, deba pagar impuestos. En este punto, es de gran ayuda poder apoyarse en las deducciones que hemos ido generando en ejercicios anteriores y reducir así la presión fiscal de una manera sencilla.
Las deducciones fiscales por I+D+i no suelen ser un punto de apoyo financiero para las Startups de base tecnológica, debido en gran medida a su largo plazo de retorno y a las complejidades que presentan. Sin embargo, es una buena práctica empezar a pensar en ellas desde las etapas más iniciales de la compañía.
Con una estrategia adecuada y el apoyo de profesionales expertos en la materia, todo el esfuerzo y recursos que la compañía dedica a hacer crecer su producto pueden tener un importante retorno fiscal en los ejercicios futuros.
David Vallverdú
Responsable del área de I+D e incentivos fiscales
Aptki
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