Impulsar el éxito en las empresas se ha convertido en un elemento clave al que se dedican muchas horas de esfuerzo y trabajo. Para lograrlo, existen diferentes metodologías que se pueden aplicar y, entre ellas, la más destacada y que mejores resultados está dando en los últimos tiempos es la OKR.
¿Qué es la metodología OKR?
OKR es el acrónimo en inglés de Objetivos y Resultados clave. Se puede utilizar en cualquier tipo de empresa o startup, independientemente de su sector, tamaño o mercado al que pertenezcan.
Esta metodología consiste en definir objetivos y metas claras, amplias y ambiciosas que deben conseguirse en un periodo de tiempo limitado, normalmente unos 3 meses. Para lograrlo, hay que enfocar todas las estrategias, acciones y esfuerzos que se lleven a cabo por los diferentes componentes y áreas del negocio.
Los objetivos OKR deben ser ambiciosos y estar en consonancia con la estrategia que la empresa quiere seguir y la visión de la misma. Además, tienen que ser claros, cuantificables, específicos, medibles y alcanzables y, de este modo, se puede ir valorando cuáles son los resultados que se están consiguiendo y el éxito que están aportando.
Los OKR deben ser muy exigentes porque, aunque no se logre conseguirlos, los resultados que se obtienen en el proceso deben ser positivos. Y es que ayuda a movilizar a los integrantes del negocio, a sacarlos de su zona de confort y motivarlos para aumentar su rendimiento y creatividad.
¿Por qué es importante aplicarla en tu empresa?
Implementar la metodología OKR en tu negocio es, como hemos dicho, un elemento clave para el éxito. Fomenta la motivación, la involucración y la creatividad e innovación de todos los miembros del equipo.
Además, cabe destacar que también ayuda a:
- Definir de forma más concisa el enfoque que se quiere se le quiere dar a los objetivos estratégicos, estructurándolos mejor y aunándolos con los esfuerzos y trabajo que se llevan a cabo en el negocio.
- Aumentar y mejorar la comunicación interna, involucrando a todos los empleados para conseguir alcanzar los objetivos.
- Completar una hoja de ruta o guía de seguimiento más clara, donde se alcance el máximo rendimiento optimizando los esfuerzos realizados.
- Orientación clara hacia la consecución de los objetivos y metas marcadas.
¿Cómo se crean los OKR?
Los OKR se dividen en dos partes:
- Objetivo. Que es la meta que se quiere lograr. Y debe ser exigente, claro, cuantificable, específico, motivador, alcanzable y, por supuesto, alineado con la visión y la estrategia del negocio.
- Resultados Clave. Que son los resultados que se pueden medir, de forma fiable y concreta, de cada uno de los objetivos que se han marcado y se ha trabajado para lograrlos.
Ejemplos
Cada negocio debe poder decidir, definir y establecer cuáles son los OKR que sean más importantes para su éxito pero, a continuación, desde Aptki, vamos mostrarte algunos ejemplos que te ayudarán a entender mejor cómo debes aplicarlos:
- En un plazo de 3 meses, el 70% de los usuarios actuales descarguen la nueva versión de la app que hemos desarrollado.
- Aumentar en un 20%, en los próximos 3 meses, los usuarios nuevos que descargan nuestra app.
- Reducir en un 20%, en los próximos 3 meses, el tiempo que el equipo tarda en detectar y corregir errores de la app.
- Conseguir que en los próximos 3 meses aumente en un 15% el número de nuevos usuarios.
- Reducir, en 3 meses, el 20% de la huella de carbono que provoca la actividad que realiza la empresa.
- Conseguir que en un plazo de 3 meses la cadena de suministro esté al 100% libre de residuos.
- Lograr que el 75% del material que utilizamos en el negocio, en un plazo de 3 meses, sea al 75% biodegradable.
Por supuesto, estos son sólo algunos de los ejemplos de OKR que puede implantar en tu negocio, pero el límite y el enfoque de ellos dependerá de la estrategia marcada.
En Aptki podemos ayudarte a crear e implantar tu metodología OKR completamente orientada a las necesidades de tu empresa, así que ponte en contacto con nosotros y empecemos a trabajar para conseguir el éxito.
