
El préstamo participativo como vía de financiación
Cuando hablamos de startups, nos referimos a ellas como entidades que a través del uso de las nuevas tecnologías desarrollan, además de nuevos productos y servicios, nuevos modelos de negocio. Por este motivo, es lógico pensar que sus necesidades de financiación también sean diferentes. Las entidades de financiación (que son generalmente públicas, aunque también las hay privadas) están utilizando productos financieros alternativos para dar respuesta a estos cambios y dar acceso a préstamos entre este tipo de empresas. Una de ellas es el préstamo participativo, un producto financiero utilizado ampliamente como forma de financiación para startups o empresas de nueva creación que vamos a explicar en detalle a continuación.
¿Qué es un préstamo participativo?
Un préstamo participativo es, como su nombre indica, un préstamo (por tanto el prestatario -quien toma el dinero- ha de devolverlo) concedido por una entidad prestamista, que está dispuesta a asumir un mayor riesgo que los bancos y cajas, entidades financieras convencionales. En contrapartida, la retribución (intereses) está ligada a la evolución de los beneficios de la empresa que recibe el préstamo. Este tipo de financiación está a medio camino entre el capital privado y los préstamos de entidades bancarias convencionales.
¿Cuáles son las ventajas de un préstamo participativo?
El aspecto más atractivo del préstamo participativo es que no requiere garantías adicionales por parte de la empresa. Sí que requiere la presentación de un detallado plan de negocios para demostrar su viabilidad.
Otro aspecto relevante es que suele contemplar una carencia, normalmente de entre 6 y 24 meses (que en ocasiones puede ser mayor), desde la concesión al inicio de la amortización del principal. El financiador entiende que desde el uso de los recursos (en desarrollos, equipo y/o actividad comercial) debe pasar un tiempo para que la propia actividad derivada de esas inversiones genere los recursos para seguir creciendo y devolver el préstamo.
Estas con otras ventajas de este tipo de financiación:
- El devengo de los intereses (o parte de ellos) está supeditada a la evolución de la empresa
- La amortización del préstamo es a largo plazo (normalmente entre 5 y 7 años) una vez transcurrido el periodo de carencia.
- La consideración del préstamo participativo como patrimonio neto implica que si se producen pérdidas se considerará como capital de la empresa.
- Los intereses son deducibles de la base imponible del Impuesto de Sociedades.
Los intereses de los préstamos participativos
En la mayoría de contratos de préstamo participativo aparecen reflejados dos tipos de interés: uno variable y otro fijo.
El interés variable está vinculado a los resultados de la empresa, y cambia en función del beneficio neto anual. Además, este tipo de interés suele venir fijado por unos mínimos y unos máximos. En definitiva, el prestamista entiende que ha asumido más riesgo que otros financiadores y en contrapartida, cuando la empresa vaya bien aspira a tener una rentabilidad mayor.
El tramo de interés fijo, que se fija en el momento de formalizar el préstamo, es independiente a la cuenta de resultados y suele ser un diferencial que fija la propia entidad crediticia (normalmente inferior a los préstamos habituales).
Por lo tanto, el interés de los préstamos participativos es más flexible que en otro tipo de préstamos, ya que las cuotas se adaptan a la marcha de la propia empresa.
Requisitos
Al tratarse de un tipo de financiación ideado para facilitar el desarrollo de negocios e incentivar el emprendimiento, los requisitos de acceso del préstamo participativo están muy ligados a la viabilidad de la startup y a su modelo de negocio.
Por lo tanto, en lugar de pedir garantías personales e hipotecarias, las entidades financiadoras suelen requerir un detallado business plan del proyecto emprendedor. Si existieran datos históricos, servirían para mejorar el rating de la empresa: cuanto mayor es, menor es el coste de operación.
Estos son los principales requisitos para acceder a un préstamo participativo:
- Contar con un plan de negocios que refleje la solidez del proyecto, su viabilidad y modelo de negocio.
- Ser una PYME constituida de forma legal.
- No pertenecer ni al sector financiero ni al inmobiliario
- Según el importe solicitado, puede requerirse auditar las cuentas
- Disponer de una estructura patrimonial equilibrada
¿Quiénes suelen ofrecer este tipo de préstamo en España?
En general, las entidades que conceden este tipo de préstamos suelen ser públicas. A nivel nacional destaca ENISA (Empresa Nacional de Innovación, S.A.), y a nivel autonómico, entidades como el ICF en Cataluña tienen productos similares. Aun así, también son concedidos por entidades bancarias o business angels.
Conseguir un préstamo participativo requiere tener una estrategia de financiación definida y acorde con el plan de negocio. Son los proyectos con más proyección de futuro quienes lo consiguen. De hecho, supone una notable mejora de la imagen de la empresa de cara a futuros inversores.
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